La presente ponencia analiza la dimensión psicológica del rendimiento deportivo y argumenta su inclusión sistemática en los métodos de entrenamiento contemporáneos. Se sostiene que el rendimiento no puede ser comprendido únicamente desde lo físico, técnico y táctico, sino que integra también procesos psicológicos entrenables que cumplen un rol decisivo en la práctica y en la competencia. Entre estos se destacan la atención, la regulación emocional, la gestión de la presión, la toma de decisiones bajo estrés, la confianza y la motivación. La Psicología aplicada al deporte aporta marcos conceptuales y metodológicos para planificar, implementar y evaluar programas de entrenamiento cognitivo-emocional con objetivos específicos, articulados con el resto del cuerpo técnico.
Asimismo, se examinan desafíos contemporáneos del alto rendimiento —como la fatiga mental, la exposición mediática, la densidad de los calendarios competitivos, las lesiones y las transiciones de carrera— que refuerzan la necesidad de integrar el entrenamiento psicológico como componente estructural y no accesorio. Se subraya también la importancia de la construcción de identidad deportiva y de trayectorias sostenibles, así como la necesidad de evitar la psicologización difusa, delimitar roles profesionales y garantizar evaluaciones responsables.
En definitiva, se propone que la dimensión psicológica también se entrena y que hacerlo constituye un cambio de paradigma en la concepción de rendimiento: no solo como expresión del cuerpo orgánico, sino como construcción integral que articula lo biológico, lo cognitivo, lo emocional y lo social.