Más allá de los esfuerzos dispersos en estos últimos 20 años de investigaciones sobre el carácter público del juego, que “de manera embrionarias […] se replican y van ampliando horizontes” hasta la actual presentación del proyecto de Ley Nacional de Recreación en Argentina (González Gaínza, 2023), coincidimos con algunos autores en que aún “carece de reconocimiento para insertarla en el concierto de las políticas públicas sociales” (Griffa, 2022, p. 184).
Es por ello, que el marco del proyecto general del GIJ que parte de la consideración del Juego como saber, reconociéndolo como capital cultural que debe ser enseñado y transmitido; se ha propuesto poner en tensión los conceptos política, educación y derecho para revisar cuál es la concepción del juego en las políticas públicas no escolares.
En este trabajo abordaremos particularmente el Programa de Juegotecas Barriales de la ciudad de La Plata, a partir del cual realizaremos en principio una descripción de las características propias del mismo, cuál fue su origen, como funciona actualmente, y que discursos circulan en quienes son parte de él.
Por otro lado, intentaremos plantear el debate acerca de qué características debería tener una política en torno a las prácticas recreativas y el juego para que sea pública, qué responsabilidades deben asumir quienes las llevan adelante, entre otros interrogantes.