El neoliberalismo, entendido como una corriente de pensamiento económico y político, defiende la centralidad del libre mercado, la desregulación de la economía y una menor participación del Estado en los asuntos económicos. Parte de la premisa de que la competencia y la apertura comercial son los motores del desarrollo y del bienestar social. En Argentina, esta perspectiva comenzó a tener una presencia más marcada a partir de la década de 1980, materializándose en medidas como la desregulación financiera, la apertura comercial, la privatización de empresas estatales y la reducción de la inversión pública, lo que tuvo un fuerte impacto en el ámbito educativo.
Dentro de la escuela, la Educación Física constituye un campo de saber atravesado por múltiples prácticas corporales, donde cada decisión —o incluso la falta de acción— implica una postura política e ideológica, aunque no siempre seamos plenamente conscientes de ello. La labor docente, en este sentido, es también una labor ética y política. Por eso, quienes enseñamos educación física debemos repensar nuestra práctica más allá de los límites impuestos por el neoliberalismo, cuestionando las competencias excluyentes fuertemente instaladas en el currículo y problematizando concepciones naturalizadas, como la idea de que educación física es sinónimo de deporte y que el deporte, automáticamente, equivale a salud.
Es un desafío docente generar propuestas colectivas, inclusivas y críticas que garanticen la participación de todos y todas las estudiantes, y que además contribuyan a construir un mundo compartido que trascienda las fronteras de las instituciones educativas.