Este trabajo propone preguntas sobre la manera en que los profesionales de la educación física se posicionan frente a las nuevas formas de subjetividad, así como su relación con las nuevas disciplinas corporales. Dichas formas de vivir y expresar la corporeidad la transforman en el espacio principal de la construcción identitaria, cada vez más organizada como un proyecto personal e individual y más alejado de la mediación de las instituciones sociales y de los demás. A partir de un análisis inicial de la oferta, se problematiza el lugar de los profesionales de la educación física en estas propuestas y sus modalidades particulares: provisorias, personalizadas, centradas en el uso de los datos y orientadas al rendimiento creciente.
El papel del profesional se ubica, por lo tanto, en una encrucijada particular, entre una posición vinculada al acompañamiento de los sujetos en una disciplina determinada, a través de un proceso de inmersión progresiva y acumulativa, y otra centrada en la evaluación constante de la capacidad transformadora del sujeto y la competencia constante contra otras opciones que buscan visibilidad en una comunidad cada vez más desterritorializada y construida en el mundo digital.