Cada sujeto estructura y organiza el conocimiento que tiene de la realidad por medio de sus representaciones simbólicas. Las mismas no son necesariamente un reflejo de la realidad, sino un constructo gestado a partir de otros sujetos, la experiencia y preconceptos formulados a través de aducciones. La importancia de las representaciones estriba en que estas pueden favorecer u obstaculizar una experiencia, en la medida que conforman un juicio de valor de antemano sobre la misma. Es en este sentido, que las representaciones sobre la práctica de actividad física guardan consigo una suerte de razón de ser de estas, legitimando la práctica. Saber sobre las representaciones, posibilita al profesional de la Educación Física el fundamentar sobre la actividad física, augurando con ello una mejor aceptación. Además, su entendimiento permite conjeturar las salvedades pertinentes, para que se comprendan sus limitaciones y las creencias que no tienen asidero.
En este trabajo abordaremos las representaciones sociales que subyacen a la actividad física, desentrañando de manera esquemática sus orígenes y razón de ser. Además, trataremos de focalizar en quienes se encuentran presentes, brindando la salvedad de que, si bien puede existir una preponderancia, todas se hallan en la sociedad. A partir de diversos y variados relevamientos realizados podemos decir que las representaciones sociales de la actividad física se corresponden como calidad de vida, salud (orgánica y psíquica), estética, encauzamiento de los comportamientos y cómo ocupación del tiempo de ocio y recreación.