El presente trabajo expone y analiza una experiencia de taller desarrollada en el marco del proyecto de extensión universitaria “De-formando: Deporte en clave de la ESI en la comunidad de San Fernando”, llevado adelante por el equipo DXTESI del Profesorado Universitario en Educación Física de la Universidad Nacional de Luján (PUEF-UNLu). La propuesta tuvo como objetivo principal problematizar las formas de enseñanza del deporte en ámbitos comunitarios y escolares, en articulación con los lineamientos de la Educación Sexual Integral (ESI), promoviendo prácticas pedagógicas inclusivas, no sexistas y respetuosas.
El taller se llevó a cabo en la Delegación San Fernando de la UNLu, y estuvo dirigido a docentes de Educación Física del nivel secundario. La jornada, de cuatro horas de duración, incluyó actividades lúdicas y reflexivas orientadas a abordar el marco normativo de la ESI, su contextualización histórica, sus cinco ejes y diversas estrategias de implementación.
Durante el desarrollo del taller emergieron situaciones de conflicto que visibilizaron tensiones en torno al lenguaje inclusivo y a las prácticas vinculadas a las masculinidades. En particular, se registraron actitudes y comentarios despectivos por parte de algunos participantes varones cisgénero hacia compañeras mujeres, lo que generó un clima de incomodidad y desencadenó una discusión en la que se evidenciaron resistencias hacia el uso del lenguaje no sexista. A pesar de los intentos del equipo por sostener un espacio de diálogo respetuoso, estas resistencias se manifestaron mediante violencia simbólica y deslegitimación hacia una de las integrantes del equipo coordinador, situación que fue problematizada colectivamente.
El análisis posterior retoma los aportes teóricos de autores como Fabbri (2021), Connell (2005), Sánchez y Vialey (2021), entre otres, para reflexionar sobre la masculinidad hegemónica, sus características, los dispositivos de poder que la sostienen y los mecanismos de disciplinamiento hacia quienes la interpelan. Se argumenta que el lenguaje inclusivo y la ESI en general constituyen espacios de disputa simbólica que cuestionan jerarquías históricamente establecidas, y que su presencia en el ámbito educativo puede provocar reacciones defensivas por parte de quienes poseen posiciones de privilegio.
La experiencia permitió, a su vez, habilitar espacios de diálogo y sensibilización, aprovechados especialmente por las mujeres presentes, que, tras el retiro de los varones en conflicto, compartieron experiencias personales en torno al respeto por las identidades de género en contextos escolares. En este sentido, se reafirma la importancia de la ESI como herramienta pedagógica transformadora en el campo de la Educación Física, capaz de generar condiciones para una formación docente crítica, comprometida con los derechos y con la construcción de espacios educativos más justos, diversos y libres de violencias.