Este escrito parte de considerar que la universidad puede constituirse en un espacio autobiográfico. En ese marco, el desarrollo procura, en la medida de lo posible, dirimir y poner en pensamiento cuestiones vinculadas a la tarea docente en la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV). El texto que se presenta es una reflexión personal sobre mi experiencia docente en dicha institución, convencido de la necesidad de encontrar nuevas formas de enseñar que promuevan la inclusión pedagógica y el aprendizaje significativo. En este sentido, es posible plantear que la historia y el presente de la universidad pueden ser indagados desde la investigación biográfico-narrativa, ya que la misma nos permite dar significado y comprender los aspectos cognitivos, afectivos y de acción de la experiencia y a partir de ella interpretar los hechos y acciones de las historias que se narran. La universidad como institución de vida conduce a la existencia de lo que podríamos denominar vidas universitarias, en las que la institución ha tenido un papel clave en los contornos y circunstancias de las biografías personales, en las redes de sociabilidad, en los proyectos individuales y colectivos, en los horizontes de expectativas. Es por ello que el texto entrecruza historias situadas, institucionalizadas y afectadas. Por lo antedicho, irrumpen los relatos vivenciales y el sentipensamiento como una búsqueda que propicia nuevas miradas sobre la universidad.